El legado de un mar prehistórico

El levantamiento de los Pirineos, hace más de 36 millones de años, hizo desaparecer el mar que sumergía la actual Catalunya Central. Este fenómeno dejó espectaculares formaciones rocosas gracias a la progresiva precipitación de sedimentos calcáreos y salinos. Estos recursos naturales, de altísimo valor geológico, marcan inequívocamente el paisaje de nuestro territorio, reconocido como Geoparque Mundial de la UNESCO.

El macizo de Montserrat, el parque natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac, las Cuevas del Toll o el diapiro salino de Cardona son los exponentes más singulares del Geoparc.

En la finca del Molí, situada a los pies del Collbaix, en Manresa, el tipo de suelo predominante está formado por arcillas, tierras que se fueron descarnando de la montaña y depositando en los bancales. La característica más destacable de este tipo de suelo es su gran capacidad de retención de agua. Esto permite mantener la humedad en la superficie durante largos períodos de tiempo, un hecho excepcional porque favorece la cepa y el olivo en épocas de sequía.

Por otro lado, los viñedos de la Casanova de Monistrolet, en Rajadell, están plantados en terrenos fluviales, arenas, limos y gravas. Como el suelo es incapaz de retener la humedad, el viñedo centenario de esta finca ha tenido que arraigar muy abajo para buscar agua, dando lugar a vinos tan característicos como el Singular blanco, de intensidad tan profunda como sus raíces.